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Thursday, May 29, 2014

¡RegocĂ­jate!

Ayer mientras hacía mi devocional en la mañana, sentí la necesidad de escribir, porque los pensamientos comenzaron a fluir de manera repentina. Eso solo lo hace Dios. Aquí les dejo una reflexión.

Salmo 70:4 "Pero que todos los que te buscan se alegren en Ti y se regocijen; que los que aman tu salvación digan siempre: ¡Sea Dios exaltado!"

Mientras leemos la biblia y a medida que nos metemos con Dios, intimamos más y buscamos más de Él, podemos notar que muchas veces nos recalca que nos alegremos y nos gocemos en Él y en su presencia. Y muchas de las veces nos podemos preguntar, ¿como se supone que me alegre, como me voy a alegrar o porque me tengo que alegrar si estoy pasando por está situación o circunstancia que me está atormentando? ¿Como me puedo regocijar si siento que no suporto el dolor o el sufrimiento?

Las mejores respuestas están en la biblia. Hay muchísimas para escoger. Entre palabras e historias, hay más de mil. Experimenta, busca y utiliza la que más se asemeje a ti. Palabras poderosas que nos ayudan a entender porque regocijarnos, y una vez lo leas y lo entiendas, el gozo vendrá por sí solo.

Yo, personalmente, me aferro a estas dos (y confieso que mientras escribo esto el Señor me ministra poderosamente):

- En la obediencia hay bendición (léase Levítico 26:3-13 y Deuteronomio 7:12-24).

- El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán (léase Lucas 21:33, Mateo 24:35 o Marcos 13:31).

¿Porqué? Porque la palabra establece claramente que cuando obedecemos, nuestro Señor nos bendice de manera abundante. Por tanto, seamos obedientes y regocijemonos porque es promesa de Dios bendecirte.

Y, ¿Cómo nos regocijamos en el? Pues la respuesta es simple y se puede resumir en una sola palabra: fe. Cuando tenemos fe entendemos que todo problema tiene solución y que todo, absolutamente todo, estará bien, porque contamos con el favor y la gracia de nuestro Padre Celestial que es Todopoderoso.

También nos alegramos en el Señor cuando entendemos que "el cielo y la tierra pasarán, pero su palabra nunca pasará". Esto quiere decir, hermana, que todo pasará en lo terrenal. Los problemas, las situaciones, la tribulación, todo pasará, pero, Su palabra, Su promesa, Su pacto contigo nunca pasará. ¡Dios es fidelidad! Él permanecerá contigo siempre.

Por lo tanto, tenemos una excelente razón para vivir con gozo en el corazón. Así que, ¡alégrate y regocíjate tú que amas a Dios y exalta a quien merece toda gloria y honor!